Muchas son las estrellas que nos observan en cada sueño. Muchas son las lluvias que riegan la tierra y nuestras cabezas. La naturaleza nos habla, nos indica lo que debemos hacer y hacia dónde debemos ir. Muchos son los cerros que nos relatan historias y con cada sol hacemos memoria.
Nuestros ancestros mapuce protegieron cada Newen (fuerza) de la naturaleza de la misma forma que defendieron a sus hijos e hijas. Y por esa defensa miles fueron asesinados, muchos secuestrados y desaparecidos y otros diezmados. Pero gran parte tenemos el compromiso de continuar el resguardo y la armonía de la tierra. A nuestro compromiso no lo asesinaron.
La conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos es un hecho importante que los gobiernos realzan como un logro máximo. Lo hacen los mismos que responden a la exigencia de nuestros Pueblos Originarios con invasión en nuestros territorios.
Desde el 10 de diciembre de 1948, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, pasaron cincuenta años para que los Estados del mundo reconocieran nuestra existencia como Pueblos Originarios.
En 2007, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU fue un paso. Fundamental, sí, para progresar como humanidad y para entender que somos culturas milenarias con filosofías, organizaciones, religiones, idiomas y políticas diferentes a la cultura que pretende imponerse. Ahora hay que seguir caminando.
El gobierno neuquino (argentina) tiene la obligación de respetar los pactos internacionales que resguardan los derechos humanos del Pueblo Originario Mapuce, sin embargo permite a empresarios arrasar con ríos, nubes y personas, avala la represión a pu Lof (comunidades), y se convierte en ejemplo de ilegalidad.
Entender los Derechos Humanos de los Pueblos Originarios es también entender los Derechos que tiene la Naturaleza. Los Mapuce concebimos la vida en comunicación con el territorio, buscando la armonía del Waj Mapu (cosmos). Con RAKIZUAM (pensamiento), y con milenario KIMVN (sabiduría) sabemos y podemos conservar el equilibrio natural para todos y todas, también para quienes no son mapuce ni milenarios de este territorio.
La defensa constante de la naturaleza es proteger los Derechos Humanos, porque el corazón de la tierra hace latir nuestros corazones y es el que nos permite caminar, sentir, amar y luchar por la vida.
PORQUE SOMOS GUARDIANES DE LA NATURALEZA Y DE LA MEMORIA
Fuente http://www.confederacionmapuce.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=169:defender-a-la-naturaleza-es-un-derecho-humano&catid=38:fp-items
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