Muchas invitaciones nos llegaron para celebrar un nuevo Wetripantu. Desde Lanco, Panguipulli, Coñaripe y muchas otras, entre ellas Missisipi, pequeño poblado frente a Mewin, que dentro de los últimos tiempos se ha convertido en el único lugar que resiste aún la embestida de CELCO y su ducto.
Sin lugar a dudas que esto provoca sentimientos encontrados. Cómo entender que aquella zona casi inexistente para el Estado hasta hace algunos años y que lograra notoriedad nacional el año 1997 producto de su oposición frente a las intensiones de la Celulosa, se encuentre totalmente quebrantada por la avaricia del dinero, poniendo en jaque una larga tradición pesquera, que sin duda se irá al tacho de la basura una vez que los desechos de CELCO comiencen a ser descargados en el mar.
Sin embargo, así están las cosas y sólo queda apoyar a quienes aún se mantienen en la lucha, que como esperábamos son los mismos de siempre. Los pescadores ya se entregaron, sólo quedan los mapuche para defender el lafquenmapu.
Este fue el panorama con el que partimos. Éramos 20 los weliwenches que fuimos a Missisipi. Curioso nombre, que según una lamgien del sector se debe a que el poblado, de no más de 100 casa en la actualidad, fue fundado por los norteamericanos por allá por los años 60.
Después de viajar cerca de 2 horas y media en bus y cruzar en bote en plena noche el río Lingue, hicimos arribo al lof rebelde lafquenche. Cabe señalar antes de todo, que en medio del cause nos percatamos que junto a nosotros viajaba un hermano aymara, que se coló sin duda para recordar aquellas viejas celebraciones en el norte, donde el siku sonaba cual trutruka en el wallmapu.
Nos esperaban muchas personas entre lamgienes, peñis y otros winka wenuy que solidarizan con la causa. Boris Hualme y Claudia Inglés salieron a nuestro encuentro y adentro otros conocidos más aparecieron, como el histriónico Tito Lienlaf y el dirigente de Teodoro Shmidth Domingo Raín, y eso sólo por nombrar algunos.
Después del necesario llellipun, dirigido por un gempin de Cayulfe, la comida llegó. Cientos de trozos de carne de vacuno y pollo aparecieron, así como las tradicionales papas y las sopaipillas con pebre. Realmente un digno refrigerio para unos viajeros muertos de hambre, sin embargo unos no soportaron tanto newen y fueron abstraídos en un kuimi que los hizo hasta roncar. Luego llegó la fiesta. Como decía alguien por ahí: donde va We Liwen arma la fiesta. Y así no más fue.
Luego de unas mateadas y tallas por doquier, una de las lamgienes motivadas agarró el kultrún que desde ahí no paro de sonar hasta que nos fuimos. Poco a poco la muchedumbre se fue acercando y se empezó a entusiasmar. De hecho hasta ulkantun intentaron realizar algunas chiquillas, pero parece que no les resultó ¿o sí?
La pericia del peñi Tito Lienlaf y del Genpin de Cayulfe en este arte fue verdadera maestra para las aprendices, que esperamos hayan guardado un poco en su memoria de lo vivido. Pero faltaba el baile, linda la música, pero después de un rato se vuelve del ambiente. Por lo mismo había que mover el esqueleto, así es que con ganas las lamgienes salieron a hacer purrum; de hecho hasta un par de choiques se mandaron algunos peñis, que deslumbraron con sus movimientos dignos de la mejor escuela de danza (mapuche, eso si).
Todo bien, pero ya eran las cinco de la mañana. Era la hora de hacer el último llelipun de la jornada. Tras varios minutos de oración tocó hacer purrum alrededor del rehue, mientras el genpin guillatukaba. Pero aún quedaba lo mejor.
Una vez concluida su oración, el dueño de la palabra pidió que nos sacáramos los zapatos, pues debíamos orar en el río. Para qué vamos a especificar cuán helada estaba el agua, pero podemos decir que pasamos la prueba por que estuvimos cerca de 20 minutos metidos en el lingue. Sin duda fue lo mejor de la noche.
Luego nuevamente a comer. Ya eran las 6. 30 de la mañana. Una hora más tarde nos despedimos y volvimos a cruzar el río. Tomamos un bus y volvimos a casa, con la satisfacción de haber celebrado como debe ser un nuevo We Tripantu. Gracias Missisipi y sigan resistiendo.
Aquí van algunas fotos de la jornada, son sólo algunas, para ver las otras deben verlas en nuestro Facebook, que está en construcción por ahora.
5 comentarios:
excelente nota, muy wena de verdad!!!, se agradece la cooperacion extra que recibe la com. de difusion, ese viaje fue hecho el dia sabado en la tarde, despues de celebrar nuestro llellipun en la U con la comunidad de lumaco y la kalfulikan y jugar un buen palin de atardecer. creo que estas actividades de verdad nos hacen fortalecernos como mapuches!!... subiremos fotos de nuestro we tripantu en la u tambien, mucho newen para Misisipi.
peukayael.
müna kumey anay We tripantu...
pu peñi ka pu lamgien!!!
fey ta futxa newentulein we tripantu...
fey muten
peukayall!!!
pd: wen aporte Ñirril!, saludos desde las alturas del norte :).
PER NO cambio mi pueblo mapuche pr nada !!! ejjje
solo mapuche for ever!!!!
Sólo para precisar, la foto donde un grupo de individuos aparece junto a una caja de vino es sólo improvisación, y yo diría que por influencia del peñisito. Espero que dicho recipiente, en el que puede encontrarse la "sangre de cristo" aún sobreviva pues ese día resultó ilesa. saludos
Esa caja de color rojo que aparece "junto a un grupo de individuos" es influencia totalmente externa a nuestro hogar, por lo que creo que vino de afuera......Bueno cada uno puede sacar sus conclusiones. Vale decir que la actividad de ese fin de semana fue muy provechosa para los weliwenches ya que fue una oportunidad de compartir mas y de conocernos mejor, no solamente entre nosotros, sino que tambien conocer a nuestros peñis y lamgienes que nos acompañaron en la ceremonia (la comunidad de lumaco y la Kallfilikan)y al otro dia poder ir a Missisipi le da un valor agregado, al estar compartiendo con los peñis, cuya situcion es bien compleja, debido al tema que todos conocemos (ducto de celco)Mas qe nada eso y autofelicitarnos ya que las actividades salieron muy "bien" y fue del esfuerzo y voluntad del conjunto del "we liwen".Saludos.
PEUKALLAL
Julio López Manquepillán
Buena Meulén.....y ¿Quién es ese aymara?
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